En The Journal of Turkish Weekly. El giro prooccidental, relaciones abiertas con EE.UU. e Israel, y la mano de Libia fue la razón que algunos quisieron encontrar en el intento de golpe de estado de junio de 2003. Un análisis cercano revela que fue el reparto de prebendas y favores entre los clanes cercanos al presidente, lo que impulsó a los excluidos a dar el golpe. En uno de los países más pobres de la tierra, habían quedado fuera. El descubrimiento de pequeñas bolsas de petróleo en las aguas mauritanas aviva la preocupación de que los beneficios sólo favorezcan al círculo del presidente.
Y detrás, Halliburton y la «guerra contra el terrorismo» en el Sahel. ¿Quién dijo que en el Flanco Sur nunca pasaba nada interesante?
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