La revista Time.com ha publicado una entrevista a dos personas contratadas por el régimen de Gadafi.
El primero se trata de un bosnio-croata especialista en artillería que describe la rivalidad entre los hijos de Gadafi (un juego que fue fomentado por el padre para mantenerse en el poder) y el ambiente en el bando gubernamental al final de la guerra:
«Life in [Gaddafi’s] compound and shelters was so surreal, with partying, women, alcohol and drugs». «One of the relatives of Gaddafi took me to one of his villas where they offered me anything I wanted. I heard stories about people being shot for fun and forced to play Russian roulette while spectators were making bets, like in the movies.»
Cuenta que la disciplina era mala y que tan pronto empezaron los bombardeos de la OTAN todo fue a peor. En julio había perdido al 30% de sus hombres por deserciones al otro bando. Las tropas de Gadafi se mantenían fieles al régimen más por miedo que por lealtad. Dos semanas antes de la caída de Trípoli se sabía que había negociaciones en marcha para rendir la ciudad a los rebeldes y los sudafricanos al servicio del régimen empezaron a marcharse.
La segunda persona entrevistada es un «antiguo general ex-yugoslavo» del que no se da su actual nacionalidad. Cuenta la misma historia de que era sabido que se estaban llevando a cabo negociaciones para entregar Trípoli y que Gadafi era un líder «lunático» alejado de la realidad.
Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano ha negado que tenga constancia de la presencia de nacionales de ese país en Libia al servicio de Gadafi.