El miércoles 30 de octubre un terorrista suicida hizo estallar su cinturón explosivo por fuera del hotel Riadh Palms en la localidad turística de Sousse sin causar víctimas después de que no se le permitiera la entrada. Mientras, un segundo terrorista fue detenido en la cercana localidad de Monastir antes de que lograra hacer estallar una bomba en el mausoleo del presidente Habib Bourguiba.
Pues eso si que es una putada, porque el turismo se asusta fácilmente y en la situación económica que tienen sería un desastre.