Una comparación de los mapas de situación entre el 23 de febrero y el 1 de marzo permitirá comprobar que la situación no ha cambiado a grandes rasgos en Libia. El régimen sigue atrincherado en la capital mientras mantiene el control de Sirte (región de procedencia de Gaddafi) y Sabha, un oasis en el despoblado sur que albergaba laboratorios militares.
El impasse que se vive se debe a la incapacidad del régimen de reconquistar terreno y a la incapacidad de los rebeldes de lanzar un asalto final contra Trípoli. Hasta ahora en cada ciudad cuyo control ha perdido el régimen ha estallado una revuelta popular que ha tomado el poder. Pero no se han producido movimientos de fuerzas rebeldes de una ciudad a otra. Han empezado los primeros movimientos para organizar la defensa e instruir a la población en el manejo de armas. Pero donde la revuelta es más fuerte es en el este del país, lejos de la capital. En el camino por la costa que une Bengasi, la capital de los rebeldes, con Trípoli se encuentra Sirte, en manos del régimen. Además el material militar que hemos visto en manos de los rebeldes al este del país es el más viejo de las fuerzas armadas libias.
Resumen Hamza Hendawi para The Canadian Press:
They have little ammunition, their equipment is old and outdated and their fighters are poorly trained.
La situación en el bando gubernamental no es muchísimo mejor. En las últimas 48 horas se produjeron ataques aéreos contra las bases aéreas de Benina (Bengazi) y Masrata. La primera es la mayor en manos rebeldes y la segunda es la más importante en manos rebeldes cercana a la capital. Ambos ataques fueron repelidos con armamento antiaéreo ligero (cañones bitubo ZU-23 y montajes cuádruples de ametralladoras ZPU-4). En el caso de la ciudad de Masrata uno de los objetivos de los ataques aéreos fue una emisora de radio en manos rebeldes y en su defensa se mencionado el uso de sistemas MANPAD. Por tierra las fuerzas gubernamentales han lanzado repetidos ataques contra la ciudad de Az Zawiya que fueron en todos los casos repelidos. En esa ciudad se hizo con los primeros T-72 que se han visto en manos rebeldes.
El actual estancamiento sólo podría ser roto por una decidida acción exterior que obligue a reconocer al régimen lo desesperada de su situación o una concentración de las fuerzas rebeldes en torno a la capital.
Flanco Sur 