Las defensas antiaéreas libias

El vídeo muestra las imágenes de un proyectil guiado aliado antes de impactar en la antena de radar de un sistema de misiles antiaéreos SA-3 «Goa» (según denominación OTAN) o S-125 Pechora, según el fabricante ruso. Es un diseño que data de los años 60. En el año 2000 los rusos presentaron un paquete de modernización denominada Pechora-2M que fue adquirido por Libia. Es el único programa de modernización conocido de sus defensas aéreas que datan de los años 80.

El SA-3 «Goa» es un sistema semimóvil que puede ser trasladado por carretera pero que requiere de varias horas en ser puesto en funcionamiento tras el reposicionamiento. El resto de los sistemas principales de red libia de defensa aérea lo forman sistemas fijos o semimóviles, tal es el caso de los SA-2 «Guideline», S-75 según denominación rusa, uno de los cuales fue visto en manos rebeldes y donde la antena Fan Song estaba instalado sobre un emplazamiento de hormigón. El otro sistema principal de la red de defensa antiaérea libia es el sistema SA-5 «Gammon», S-200 en su denominación rusa.

La posición de los sistemas fijos y semimóviles SA-2, SA-3 y SA-5 era seguramente conocida por las fuerzas aliadas tras varias semanas de operaciones aéreas de aparatos ELINT y por ser fácilmente identificadas por fotos de satélite. Véase el análsis al respecto de este úlltimo punto hecho por Sean O’connor en su blog en mayo de 2010. Dejando a un lado las instalaciones en manos de los rebeldes en Cirenaica los sistemas antiaéreos en Trípoli y Sirte a estas alturas habrán sido destruidos por los misiles Tomahawk.

El problema lo presentan los sistemas móviles cuya posición sólo puede ser detectada en caso de que el radar esté en funcionamiento. Empezará un juego del gato y el ratón que ya vimos en la Zona de Exclusión Aérea al sur de Iraq desde 1991 a 2003 y en Serbia en 1999. Libia contaba sobre el papel con sistemas SA-6, SA-8, SA-9, SA-13 y Crotale. Pero de los tres últimos no se han visto imágenes que confirmen que sigan en activo. En el caso de los Crotale, de origen francés, es muy dudoso. Todos son sistemas de sobra conocidos para las fuerzas occidentales.

Las fuerzas gubernamentales contaban con SA-8B en su ofensiva sobre Bengasi, lo que supone era una prevención contra los aparatos que los rebeldes habían logrado poner en servicio o contra la previsible ofensiva aérea aliada. En cualquier caso un SA-8B y su vehículo municionador quedaron destruidos.

Otra amenaza lo suponen los sistemas de guía infrarroja que pueden adquirir el blanco de forma pasiva sin que una señal de radar intervenga. Es el caso de los SA-9, SA-13 y los montajes MANPAD con misiles sin identificar. Estos últimos podrían ser SA-7B, como los vistos en manos rebeldes, o alguna versión más moderna.

Por último están las piezas de artillería antiaérea. A lo largo del conflicto hemos visto ametralladoras KPV de 14,5mm. en sus variantes ZPU-1 simple, ZPU-2 doble y ZPU-4 cuádruple. También montajes bitubo ZU-23 de 23mm. y los sistemas autopropulsados ZSU-23-4 «Shilka» con cuatro cañones de 23mm. vistos en manos de fuerzas del gobierno en los alrededores de Trípoli y en la ofensiva sobre Ajdabiya. El ZSU-23-4 era una pieza temible en los años 80 pero su radar ha quedado anticuado y en las imágenes de Libia siempre se ha visto la antena abatida.

Fotos en una nueva galería que he abierto a propósito.

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