En diciembre de 2020 la armada mauritana encargó a la empresa francesa Nexeya, una subsidiaria de la alemana Hensoldt, la instalación del sistema de gestión de combate Lyncéa en dos patrulleros. Se trataría de los dos patrulleros P631 Timbédra y P632 Gorgol recibidos de China en mayo de 2016.
Según Africa Intelligence, la intención original de Mauritania, era la instalación del sistema Lyncéa hasta en un total de seis buques y embarcaciones de su armada. Pero las limitaciones presupuestarias redujo el programa de mejora a sólo los dos patrulleros de origen chino. Los dos patrulleros recibirán el sistema Lyncéa Patrol, mientras que un puesto de mando en tierra recibirá el sistema Lyncéa Command.
Más recientemente, según informaba también Africa Intelligence, Nexeya ha recibido el encargo de montar radares de vigilancia marítima en dos emplazamientos en Ras Nuadibú, dos emplazamientos de Cap Timiris y otros dos emplazamientos en Ndiago, ubicación de un nuevo puerto al sur del país. El plan mauritano es mejorar las capacidades de vigilancia del espacio marítimo antes de la entrada de producción a comienzos de 2023 del campo de gas off-shore Grand Tortue-Amheyim.
Mauritania ha encargado también sistemas de vigilancia terrestre a Nexeya para dotar a tres puestos de observación fronteriza cerca de Zuérate, al norte del país y cerca de la frontera con el Sáhara Occidental, además de otros cuatro puestos en la frontera sur.