FlancoSur.com llevaba más de dos meses sin ser actualizado. En este tiempo la crisis de Mali ha desaparecido de los titulares y se ha ido produciendo un repliegue escalonado de las fuerzas francesas. La insurgencia yihadista ha quedado profundamente debilitada y los ataques contra las ciudades liberadas han dado paso a atentados terroristas, mientras prosiguen las operaciones militares francesas a la búsqueda de insurgentes.
La ciudad de Tombuctú sufrió dos ataques yihadistas, uno a finales de marzo y otro a principios de abril. El primer ataque tuvo lugar el marte 19 de marzo. Un coche cargado de explosivos conducido por un terrorista se lanzó contra un puesto de control maliense a las afueras de la ciudad. La explosión mató al terrorista y a un soldado maliense, provocando heridas a otros dos. Aprovechando el desconcierto y la confusión, durante la que fueron heridos soldados malienses por las fuerzas francesas, grupos de yihadistas se infiltraron en la ciudad. En los siguientes días se produjeron combates en los que fuerzas francesas y malienses acabaron con la vida de los asaltantes. El segundo ataque se inició el 30 de marzo de igual manera, con un atentado terrorista suicida contra un puesto militar que provocó la muerte del terrorista y de un soldando maliense, así como heridas a otros cuatro soldados malienses. La confusión fue aprovechada por otros yihadistas que se infiltraron en la ciudad, produciéndose combates en los días siguientes.
Para evitar tal clase de ataques, un contigente de 1.000 soldados franceses lanzó en la segunda semana de abril la «Opération Gustave» en una valle al norte de Gao que se presumía servía de base logística a los grupos yihadistas.
Tras las operaciones de limpieza, no se volvieron a producir incursiones yihadistas de embergadura en las ciudades. La actividad yihadista se ha reducido a los atentados terroristas y a la colocación de IEDs o minas en los caminos. Así, el 12 de abril fallecieron cuatro militares chadianos y otros cuatro resultaron heridos en un atentado suicida en Kidal.
Mientras, las operaciones militares francesas llegaron al norte profundo del país, en pleno desierto del Sáhara y de la que no se habían tenido noticias desde el comienzo de la intervención francesa. El 25 de abril se lanzó la Opération Akello, en la que 600 soldado franceses del Grupo Táctico Interarmas 2 (GTIA2) acompañados de un batallón maliense y otro chadiano se desplazaron 400 kilómetros entre las localidades de Djébok, Télataï y In-Delimane.
En el transcurso de esas operaciones, el 29 de abril se produjo entre Tin Zouaten y Boughessa la muerte por una explosión bajo su vehículo del caporal-chefStéphane Duval de la 1ª compañía del 1er RPIMa, parte de la Task Force Sabre. Otros dos soldados resultaron heridos y debieron ser evacuados. Stéphane Duval es la sexta baja mortal de las fuerzas francesas en la Operación Serval.
El comienzo del mes de mayo vio una nueva ola de atentados. El sábado 4 de mayo un terrorista suicida hizo detonar un cinturón explosivo junto a un grupo de soldados malienses en la localidad de Amakouladji, a 30 kilómetros al norte de Gao. En la explosión murieron el terrorista, dos soldados y otros cinco yihadistas, que al parecer pretendían apoderarse de las armas de los soldados. El viernes 10 de mayo tuvieron lugar otros dos atentados terroristas en las localidades de Ménaka y Gossi, en la provincia de Gao. En el atentado ocurrido en Ménaka, un terrorista se lanzó con un vehículo contra un grupo de soldados de Níger. Pero los disparos de los soldados provcaron la explosión del vehículo sin más víctima que el terrorista. En el atentado de Gossi, cuatro terroristas se dirigieron con un camión contra un puesto de control a la entrada de la localidad. La detonación de los explosivos transportados por los terroristas y los disparos de los soldados acabaron con la vida de los terroristas, resultando heridos dos soldados malienses.